de intentos

quise llegar a la esencia de la imagen, decantando aristas y fronteras que distrajeran de lo estrictamente necesario para -de ahí- empezar a ensamblar con otras que fueran dando una sensación de caos organizado.

y en el camino, luego de tropiezos tecnológicos que me llevan a empezar una y otra vez, vengo a solazarme con la independencia de la imagen primaria: la que en su inmaculada gestión, me seduce para que medite acerca del balance entre caos y calma, en esa búsqueda del equilibrio (a veces) necesario.

y cansado, dando tiempo para la reflexión y estrategia en el camino a seguir, me pierdo en la contemplación de ella, para tomar aliento y proseguir mañana, en la búsqueda de horizontes más provocadores.