aros de calabaza o buttersquash

aros de calabaza preparados para recibir presas de pollo guisadas con hongos, cebolla dulce y unos granos de maíz, todo ello hidratado y perfumado  con un vaso de Chardonnay y hierbas frescas.

 

apelé a la reducción de la propia salsa, para no adicionarle ningún tipo de espesante, ni siquiera crema de leche (porque no tenía)

 

a veces es gratificante sentir el desafío que produce, a la hora de crear, -y más precisamente gastronómicamente hablando-, ver los elementos con los que se cuenta, para salir de los esquemas tradicionales para elaborar un plato.

 

es como una suerte de auto-concurso en el que tenemos solamente nuestro paladar para calificar los resultados, sin rimbombancia de ninguna especie, perdiéndonos en el placer de crear sin presiones, adentrándonos en la fusión de los elementos que van construyendo el plato,… rectificando sabores.

 

es bueno abanicar con la mano la boca de la olla y aspirar hondo el vapor perfumado que va emergiendo de la mezcla, sin culpas (porque estamos solos), sin que nadie nos vea y para que no vaya a pensar que nos estamos mandando la parte atribuyendo al gesto más importancia que al propósito mismo de la cosa.