la vida misma

Se presenta como una película frente a nuestros ojos... pasa como una ráfaga mostrándonos todos los acontecimientos con su brevedad y síntesis, en la familiaridad de que nos esta mostrando algo que conocemos: estamos hablando el mismo lenguaje; de lo que se trata, es de pasarnos una evaluación de nuestras cosas (buenas y no tanto, a veces). Es como la reiteración de un sueño retomado en dos jornadas; es la vida misma que nos muestra, en los momentos de ajustes de cuentas, de los balances, los resúmenes de nuestros actos.
Y, como lo he dicho en otras oportunidades, tengo (tenemos) la opción de no sólo mirar la parte del vaso que queda por llenar, sin detenernos a observar el contenido del mismo.
Entonces; hoy se me juntaron un montón de recuerdos a través de fotos que estaba acomodando en la computadora y, me doy cuenta, que me resulta dificultoso clasificar y rellenar nichos, para separar para un lado o para otro, éste o aquél recuerdo, por la sencilla razón de que todos y cada uno, en mi búsqueda, en mi historia, en mis afectos, están vinculados con aquello que le da permanente sentido a mi vida.
Con un poco de culpa veo, en el rejunte, que no está todo lo que quiero, pero -vuelvo y digo- a la parte del vaso y su contenido...
Todo, absolutamente todo, está en concordancia en la vida, lo difícil es, a la hora de la interpretación o en análisis, poder vislumbrar el destino hacia donde vamos.
La brújula está, y no termino de entender su mecanismo -y me da bronca-, pero a pesar de ello, me reconcilio de a ratos con ella.